Huella carbono alimentos
Huella carbono alimentos Los alimentos tienen un impacto considerable en el medio ambiente, incluido el cambio climático. La elección de alimentos de baja huella de carbono ayuda a reducir nuestra huella de carbono.
La huella de carbono de los alimentos es el impacto ambiental que se produce durante la producción de alimentos. Está compuesta por la cantidad de dióxido de carbono (CO2) emitido durante la producción, transporte, procesamiento y almacenamiento de los alimentos. El CO2 se produce en la fabricación de fertilizantes, combustibles, energía y en la agricultura en general. Esta huella varía mucho dependiendo de los alimentos y de dónde se producen. Por ejemplo, los alimentos producidos localmente tienen una huella de carbono mucho menor que los alimentos que se producen a miles de kilómetros de distancia. Los alimentos que se producen de forma orgánica tienen una huella menor debido a que no se usan fertilizantes químicos ni pesticidas. También hay alimentos que tienen una huella de carbono mucho mayor, como la carne y los productos lácteos. Esto se debe a que los animales emiten dióxido de carbono y metano durante la producción de los alimentos. Por tanto, para reducir la huella de los alimentos, es importante considerar dónde se producen, cómo se producen y cómo se transportan. El aumento de la demanda de alimentos con baja huella, como los alimentos orgánicos, también puede ayudar a reducir el impacto ambiental. Otra forma de reducir la huella de carbono es reducir el desperdicio de alimentos. Muchos alimentos se desperdician cada año, aunque aún están en buen estado. Esto también contribuye a las emisiones de CO2. Por lo tanto, hay muchas formas de reducir la huella de los alimentos. Esto incluye la reducción del desperdicio de alimentos, el uso de alimentos locales, orgánicos y de temporada, y la reducción del consumo de carne y productos lácteos.