Huella de carbono primaria y secundaria

Huella de carbono primaria y secundaria Medir nuestra huella de carbono es una forma práctica de reducir nuestras emisiones globales. Esto implica conocer los efectos directos (primarios) e indirectos (secundarios) de nuestros hábitos.

La huella de carbono es el total de gases de efecto invernadero emitidos directa o indirectamente por una persona, organización, evento o producto. La huella de carbono se divide en primaria y secundaria. La huella de carbono primaria es el resultado de las emisiones directas, es decir, el resultado de los procesos controlados por la persona, organización, evento o producto. Por ejemplo, el uso de combustibles fósiles para calentar una casa, conducir un coche o producir electricidad. La huella de carbono secundaria se refiere a las emisiones indirectas, es decir, las emisiones resultantes de la producción de alimentos, materiales o servicios para satisfacer las necesidades de la persona, organización, evento o producto. Por ejemplo, la producción de productos alimenticios o la producción de materiales de construcción para una casa. Reducir la huella de carbono primaria y secundaria es esencial para disminuir la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera y, por consiguiente, ayudar a reducir el calentamiento global. Esto puede lograrse a través de una mejor planificación de la producción de alimentos, el uso de energías renovables, la reducción del consumo de combustibles fósiles y la mejora de las prácticas de reciclaje. Algunos países están adoptando medidas para reducir su huella de carbono, como el uso de energías renovables, la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero y la mejora de los sistemas de reciclaje. Estas acciones ayudarán a reducir el calentamiento global y a lograr un medio ambiente más limpio y saludable para todos.

Omawa.